Con ya 52 años de labor periodística, hemos sido testigo del desempeño que al frente del Gobierno del Estado de Durango, han tenido los últimos 5 mandatarios, desde Maximiliano Silerio Esparza en 1992, siguiéndole Angel Sergio Guerrero Mier –qepd- en 1998, Ismael Deras Hernández en 2004, Jorge Herrera Caldera en 2010 y José Aispuro Torres en 2016, hasta este 2022, en que inició su gestión Esteban Alejandro Villegas Villarreal.
En estas tres décadas del ejercicio gubernamental duranguense, incluyéndose el famoso gobierno de la mal llamada alternancia que durante el sexenio 2016-2022 encabezó el prianista Aispuro Torres, fue evidente la molestia de los presidentes municipales de Gómez Palacio por recibir de manera permanente sus participaciones federales con marcado retraso y hasta “rasuradas”, tal y
como atinadamente ha estado mencionándolo las tres veces alcaldesa Leticia Herrera Ale.
Desde la campaña de proselitismo, que durante los pasados meses de abril y mayo realizó en la búsqueda de la gubernatura, Esteban Villegas sin tanta pose o alharaca, prometió ante la alcaldesa gomezpalatina Lety Herrera y el presidente municipal de Lerdo, Homero Martínez Cabrera, prensa y habitantes de la Comarca Lagunera de Durango, que sus respectivas participaciones federales les llegarían completas en tiempo y forma, tal y como ha estado haciéndolo en sus apenas tres meses de gobierno.
No conforme con eso, y viendo que a la Región Lagunera de Durango nunca se le había dedicado un evento artístico de categoría, pues antes sólo llegaron “migajas” del Festival Revueltas, se dio a la tarea de organizar en compañía de su homólogo coahuilense, Miguel Angel Riquelme Solís, el exitoso festival denominado “Como La Laguna…Ninguna” que se llevó a cabo del 17 al 23 del presente mes decembrino y que fue clausurado en el lecho seco del Río Nazas ante más de 120 mil espectadores, con la presentación del renombrado intérprete de la música norteña Julión Alvarez.
Y todavía más. Aunque sin los recursos necesarios, pues el estado se lo dejaron en quiebra total, el nuevo gobernante duranguense se dio a la tarea de buscar recursos y refinanciamientos de pasadas deudas para prometer terminar las muchas obras que en todo el estado dejó pendiente su antecesor.
Visto lo anterior, Esteban nos ha demostrado en poco tiempo a propios y extraños que tiene palabra y que, definitivamente, no hará con los laguneros lo que antes hicieron en su contra los pasados y grises gobernantes que, con evidencias, sólo tuvieron ojos para la capital.
Por hoy, fue todo. Hasta la próxima…Dios mediante.
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