¡A disfrutar la vida!…

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En esta vida siempre pasamos buenos y malos momentos, se nos presentan tantas lecciones como; fracasos, tropiezos, despedidas, sueños truncados, falsas ilusiones, desesperanzas, metas inalcanzables. Pero lo bello de la vida es tomar lo mejor de cada situación, recordemos que de todo aquello que ayer vivimos debemos saber sobrellevar con la mejor de las actitudes cada circunstancia.

Dejemos de vivir en el pasado, dejemos de seguir esperando lo que jamás va a suceder, dejemos de dar sin recibir nada a cambio, dejemos de perseguir aquello que no se deja alcanzar. La verdad de todo es que nos complicamos tanto nuestra existencia, por querer aquello que tanto soñamos, por amar a alguien que no nos corresponde, por hacernos ilusiones a veces sin fundamento. Dejemos de complicarnos nosotros mismos nuestra existencia, la vida se nos presenta tan simple y tan sencilla y nosotros queremos moldearla a nuestro total antojo, sin ver que todo lo externo no nos corresponde hacerlo cambiar, que el amor no se debe forzar, que si alguien no está es porque así lo dispuso. Dejemos de hacer tormentas en un vaso de agua, sigamos caminando con aquella felicidad y con la sonrisa que debería siempre caracterizarnos, que los malos momentos pasan, que los recuerdos se guardan, que los sentimientos se esfuman.

A veces vamos tras de un amor tratando de dar siempre lo mejor de nosotros, queriendo entrar a su corazón a la fuerza, con detalles, con mensajes, haciéndoles notorio que estamos ahí; pero las cosas no deben ser así, si hay que forzar no nos sirve, si hay que dar sin recibir tampoco vale, si tenemos que estar recordando constantemente que existimos pues no tiene caso. Damos en la misma medida que debemos recibir, que ¡claro!, en el amor siempre es cuestión de luchar por mantener la unión, la paz, el amor; pero es lucha en pareja, siempre a la par uno con el otro, que de nada nos sirve dar y ser invisible a los demás.

Así que para que complicar nuestros días, vivamos un día a la vez con cada circunstancia, con cada miedo, cada fracaso, cada tropiezo, aprendiendo de cada error. Nosotros somos el pincel de nuestros días, pintemos nuestro mundo de color, para que sufrir por alguien que no tiene interés por nosotros, porque llorar por alguien que de nosotros se olvidó. Dejemos de darle tantas vueltas al asunto, de formularnos tantas preguntas esperando respuestas, dejemos de llenar de tormentas nuestros pensamientos, dejemos de ser víctimas y volvamos a levantarnos con la frente en alto. Claro, existen amores que se llevan como espinas en el corazón; pero si después de todo lo que ofrecimos decidieron marcharse todo tendrá su razón, dejemos de juzgar, de idealizar, de fantasear con momentos que ya no volverán. Recordemos que si alguien no valoro todo lo que somos, dimos y estuvimos dispuestos a ofrecer es porque simple y sencillamente no era para nosotros.

No cerremos nuestros ojos, nuestros pensamientos, nuestro corazón; somos únicos y maravillosos y llegará alguien para ver lo mejor de nosotros, para ofrecernos lo que estamos dispuestos a dar. No desesperemos que la vida es bella, que todo llegará a su debido tiempo, que la soledad también se disfruta con toda tranquilidad, que nos sobra tiempo para cualquier actividad, que podemos sentirnos tan libres, tan vivos, con la disposición de hacer lo que deseamos.

Vamos a sonreír a la vida de nueva cuenta, cerremos cada ciclo, quizá a veces nos fue imposible despedirnos de alguien que amamos y de pronto se marchó; pero cerremos los ojos y agradezcamos lo que una vez se vivió. A veces conforme van pasando los días la lluvia de pensamientos nos sigue invadiendo nuestra cabeza y nuestro corazón se llena de angustia e incertidumbre buscando respuestas sobre algo que no funcionó. Pero es solo seguirnos atormentándonos, todo pasa para algo, cada situación nos da una lección, cada sentimiento nos deja algo. Dejemos de seguir pensando en todo aquello que ya fue, no tratemos de buscar motivos o respuestas, todo ya pasó.

Así que amigos, a vivir que la vida es bella aún con cada sinsabor, dibujemos de colores que el pincel somos sólo nosotros. Que nada interfiera con nuestra sonrisa y nos desdibuje la alegría que en nuestro rostro se pintó.

¡ÁNIMO!, Vivamos cada día con alegría, disfrutemos de seguir vivos, de la gente alrededor, que el amor que ayer brindaste algún día lo recibirás en doble porción.

Los invito a leerme en el Diario Digital EXTRA de la Laguna y en mi página de Facebook: Estrellas en el Cielo (Escritor).

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