Pepe Maiz y Sultanes un ejemplo a seguir

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Apoyo total a los nacidos en México

Claudio Martínez Silva

Este sábado 20 de mayo los Sultanes de Monterrey celebraron su LXXXIV aniversario como parte de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), se trata del equipo más antiguo en el circuito profesional de verano; hoy en día, con más de ocho décadas de vida la organización regiomontana es un ejemplo a seguir, por el apoyo total que brinda al jugador nacido en México, y por la capacidad para mantenerse siempre como serio aspirante al título; esta organización que encabeza José Maiz García, actualmente ostenta el título de la Zona Norte.

José Maiz García formó parte de aquel equipo de Monterrey, que en 1957 ganó el título de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, en Williamsport, Pennsilvanya, en donde lo más destacado fue el juego perfecto que lanzó Ángel Macías para obtener el primer título del beisbol infantil de México; César L. Faz fue el manager de aquellos “Pequeños Gigantes”, quienes escribieron historia de la buena.

Dentro de esos 84 años de rica historia del equipo Carta Blanca, Industriales, Fantasmas Grises y Sultanes, el ingeniero José Maiz García ha sido protagonista, principalmente por su entrañable amor al Rey de los Deportes, y por la pasión que siente por su equipo y por su querido Monterrey. De la mano de su padre, el Ing. José Maiz Mier, este personaje almacenó muchas enseñanzas que hoy aplica en su vida personal y en la que dedica a sus Sultanes de Monterrey. Pieza clave en la construcción del Estadio Monterrey, Pepe Maiz sigue fiel a sus convicciones, con apoyo irrestricto al pelotero nacido en México y con equipo siempre protagonista, aspirante serio al título de la LMB, y parte ya de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).

Personaje fiel a sus convicciones, José Maiz García apoya con hechos sus palabras y eso le permite contar en la actualidad con la mejor base mexicana de toda la LMB, Sultanes de Monterrey cuenta en su roster con los siete jugadores extranjeros que permite el reglamento, se incluye también a UN SOLO jugador méxicoestadounidense, que nació del otro lado del Río Bravo, pero que se ha desarrollado en México, ese es Juan Gámez, lanzador como su hermano Luis, que juega en los Algodoneros de Unión Laguna. Esto es algo digno de destacarse, porque hoy la LMB no pone límite a los equipos, en cuanto a la contratación de los llamados “pochos” ni a los naturalizados, con organizaciones que abusan de esa libertad, como Tecolotes de los Dos Laredos, Acereros de Monclova y Toros de Tijuana, principalmente.

La filosofía de apoyo irrestricto al jugador nacido en México era compartida por el Ing. Alejo Peralta y Díaz Cevallos (qepd), además de otros personajes importantes en la LMB, como Alfredo Harp Helú, Roberto Mansur Galán, Cuauhtémoc “Chito” Rodríguez Meza, Roberto Magdaleno Ramírez y Carlos Peralta Quintero, quienes finalmente tuvieron que ceder ante el empuje de la mayoría de los equipos de la LMB, apoyados en ese entonces por la National Association of Minor Leagues, organismo al que ya no pertenece la LMB, hoy considerada una liga independiente.


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Han pasado ya tres generaciones y los Sultanes de Monterrey mantienen su política, con Román Alí Solís como receptor, Víctor “La Chule” Mendoza en primera base, Ramiro Peña en segunda, Roberto “Tito” Valenzuela en el campo corto, Christian Villanueva en tercera, Asael Sánchez en el jardín izquierdo, José González Cardona en el central, y Sebastián Elizalde en el derecho; por si fuera poco, hoy en el banco aparecen Daniel Castro y Javier Salazar, dos short stops que serían titulares en cualquier otro equipo de la LMB. En el pitcheo tienen al estelar César Vargas, a Norman Elenes, Adrián Gusman, Carlos Morales, Enrique Alanís, Christian Castillo, Jesús Martínez, José Miranda, Miguel Aguilar, Héctor Manuel Soto y Enrique Castillo. Así está integrado el actual campeón de la Zona Norte, y serio aspirante a ser campeón en este 2023.

¿Qué sucedería si todos los equipos de la LMB siguieran el ejemplo de los Sultanes de Monterrey? México tendría más jugadores en ligas mayores y en sucursales, además el nivel de la LMB sería muy superior, incluso con 20 equipos, como al parecer va a suceder en 2024. Hoy lo más cómodo es traer méxicoestadounidenses que cobran dólares aunque jueguen en la LMB, una mínima cantidad de esos jugadores son verdaderos refuerzos y bloquean el desarrollo de los jóvenes talentos nacidos en México; todo eso hacen los directivos con tal de ser campeones o protagonistas, sin pensar el daño que se hace al desarrollo del verdadero beisbol mexicano.

¡Muchas felicidades a los Sultanes de Monterrey en su LXXXIV aniversario, y que varios equipos  de la LMB sigan ese ejemplo!

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