Un niño maltratado en la infancia no deja de amar a sus padres, deja de amarse a sí mismo…..Heyliel G.
Cuando veo en redes sociales o en medios de comunicación alguna nota sobre abuso infantil me da un horrible sentimiento de rabia e impotencia mezclado con una gran tristeza.
Y da lo mismo si se trata de abuso físico, sexual o psicológico, tanto daño causa uno como otro. Y da lo mismo también la edad de la víctima, porque tanto están expuestos niños de ocho, diez o mas años como pequeñitos de grado maternal y preescolar que son definitivamente completamente indefensos.
Obvio siento enormes ganas de hacer del victimario, víctima de la ira que siento en esos momentos.
Supe recientemente de un caso de abuso infantil por parte de una persona cercana a él y aunque no le conozco, me dolió el alma al imaginar lo que pudo estar sufriendo durante el poco o mucho tiempo que estuvo siendo violentado.
Este dolor se mezcló con mucho enojo hacia sus padres, porque aún cuando notaron cambios en la conducta de su hijo no se preocuparon por investigar el origen de su rebeldía y de su negativa a seguir asistiendo a clases. Y le siguieron exponiendo -involuntariamente claro-, al peligro.
El desenlace de esta historia que dio origen a mi rabia fue la cárcel para el criminal. Pero, yo me pregunto: ¿Y de qué sirve ahora la rabia de los padres, y las denuncias y la cárcel, etcétera, etcétera.? Ya nada va a devolver la inocencia a su hijo, porque le fue cruelmente arrebatada. Seguramente ese pequeño vivirá toda su vida con baja autoestima, depresión, inadaptación social y problemas sexuales por lo menos.
Por eso es preferible pecar de desconfiados en lo que al cuidado de los hijos se refiere, preferible eso a tener que enfrentar el desajuste emocional de un hijo, su daño físico, o tener que comparecer posteriormente en un ministerio público o hasta llorar y pedir perdón ante una pequeña y fría tumba.
Padres de familia, por favor piensen en esto: Las marcas físicas se borran, las cicatrices emocionales en una gran mayoría duran toda la vida.
Destruir la infancia de un niño es la peor masacre que un humano puede hacer, porque le destruye el camino completo…